I. Arte Islámico
1. El Islam
2. Historia del arte islámico
2.1. Los inicios del arte islámico (siglos del VII al IX)
2.1.1. Antes de las dinastías
2.1.2. El arte omeya
2.1.3. El arte abasida
2.2. La época medieval (siglo IX - siglo XV)
2.2.1. España y el Magreb
2.2.2. Egipto y Siria
2.2.3. Irán y Asia Central
- Los Il-khanides
- La Horda de Oro
2.2.4. Anatolia
2.2.5. India
3.Técnicas del arte islámico
3.1. El urbanismo, la arquitectura y su decoración
3.2. El arte del libro
3.3. Las llamadas artes menores
4. Motivos, temas e iconografía del arte islámico
4.1. Arte y Religión
4.2. Arte y literatura
4.3. Motivos abstractos y caligrafía
4.4. Las representaciones figurativas
5. El conocimiento de las artes del islam en el mundo
5.1. Historiografía del arte islámico
II. Arquitectura islámica
1. Historia
2. Influencias y estilos tradicionales
2.1. Arquitectura persa
2.2. Arquitectura hispano-islámica
a. Mezquita de Córdoba
a.1. Orientación
a.2. Etapas constructivas
- Substrato
- Mezquita de Abderramán I
- Intervención de Hisham I
- Ampliación de Abderramán II
- Intervención de Abderramán III
- Ampliación de Alhakén II
- Ampliación de Almanzor
- Conversión en Catedral
a.3. Exteriores del edificio
- Fachada oeste
- Fachada este
- Fachada norte
- Fachada sur
- Patio de los naranjos
- Puertas
a.4. Interior
- Sala hipóstila
- Núcleo cruciforme
- Maqsura y Mihrab
- Capillas
b. La Alhambra
b.1. Historia
b.2. Accesos
- Sur
- Puerta de las armas.
- Puerta Justicia y Puerta del vino.
- Puerta de los siete suelos.
- Norte
- Puerta del Arrabal.
- Este
- Acceso con entrada.
b.3. Alcazaba
- Norte.
- Oeste.
- Torre de la Vela.
- Sur.
- Este.
- Torre del Homenaje.
b.4. Medina
- Palacios Nazaríes.
- El Mexuar.
- Palacio de Comares.
- Palacio de los Leones.
- El Partal y otras ruinas.
- El Partal.
- Oratorio del Partal.
- Palacio de Yusuf III.
- Palacio de los Abencerrajes.
- Rauda Real.
- Paseo de las Torres
- Torre de los Picos.
- Torre de la Cautiva.
- Torre de las Infantas.
- Torre del Agua.
b.5. Convento de San Francisco.
b.6. Palacio de Carlos V.
b.7. Iglesia de Santa María de la Encarnación de la Alhambra.
b.8. Generalife.
b.9. Inscripciones.
b.10. La Alhambra y la cultura popular.
- Música.
- Literatura.
- Cine.
- Televisión.
- Arquitectura.
c. Real Alcázar de Sevilla
2.3. Arquitectura timúrida
2.4. Arquitectura otomana
2.5. Arquitectura fatimí
2.6. Arquitectura mameluca
2.7. Arquitectura mogol
2.8. Arquitectura chino-islámica
2.9. Arquitectura afro-islámica
3. Interpretaciones
4. Arquitectura de las mezquitas y otros edificios musulmanes
4.1. Formas
4.2. Iwan
4.3. Sahn
4.4. Jardines
4.5. Arabescos
4.6. Caligrafía
4.7. Luz
5. Elementos del estilo islámico
6. Diferencias entre la arquitectura islámica y la arquitectura persa
III. Pintura islámica
1. Características generales
2. Libros con miniaturas
3. Pintura mural
4. La iluminación
IV. Arte hispanomusulmán
1. Arte emiral y califal
2. Arte taifal
3. Arte almorávide
4. Arte almohade
5. Arte nazarí
6. Arte mudéjar
6.1. Escuelas
7. Disciplinas
V. Arquitectura hispanomusulmana
1. Historia
2. La arquitectura cordobesa y de Taifas
3. La arquitectura de las dinastías africanas
4. Ciudades y construcciones de al-andalus
I. Arte Islámico:
Se conoce el arte islámico como el estilo artístico desarrollado en la cultura generada por la religión islámica. Tiene una cierta unidad estilística, debido al desplazamiento de los artistas, comerciantes, mecenas y obreros. El empleo de una escritura común en todo el mundo islámico y el desarrollo de la caligrafía refuerzan esta idea de unidad. Concedieron gran importancia a la geometría y a la decoración, que podía ser de tres tipos:
- Caligrafía cúfica: mediante versículos del Corán.
- Lacería: mediante líneas entrelazadas formando estrellas o polígonos.
- Ataurique: mediante dibujos vegetales.
1. El Islam:
La era islámica, ''Hégira'', comienza en el año 622, fecha en que Mahoma marcha a la Meca y a Medina huyendo de la intransigencia mostrada por su predicación. A partir de esa fecha, junto a la fe religiosa, surgieron unas nuevas actitudes sociales y políticas que (en menos de un siglo) se extendieron desde el golfo de Bengala hasta el Océano Atlántico.
El islam tiene como base espiritual un libro sagrado, el Corán, que recoge la palabra de Allah (Dios), revelada de forma directa a Muhammad (Mahoma), el último mensajero del Islam. La comunicación del mensaje divino fue realizada en lengua árabe (debido a que, en aquellos tiempos, el pueblo árabe era uno de los pueblos más nobles, honestos y sinceros que había sobre la faz de la Tierra. No obstante, el mensaje divino ya se había enviado a otros pueblos y en otras lenguas, con anterioridad al pueblo árabe, como la Torá para el pueblo judío y la Biblia para el pueblo cristiano), tras lo cual pasó a convertirse en el idioma oficial y en el vehículo de unidad.
Además del Corán existe otra fuente primordial que se conoce con el nombre de sunna (costumbre), relacionada con la figura del profeta. La sunna se configura a base de hadiz o conjunto de actos/dichos de Muhammad.
Todo musulmán creyente tiene que realizar cinco manifestaciones o actos en las que se recogen básicamente el contenido dogmático de la religión y sus aspectos de culto o rito. Son los conocidos como pilares del islam:
- Profesión de Fe.
- Oración.
- Limosna.
- Ayuno.
- Peregrinación a la Meca.
Cada uno de ellos tiene una especial incidencia en las expresiones artísticas. La profesión de fe explícita la no existencia del concepto de encarnación del cristianismo e hinduismo, al mismo tiempo que proclama que Muhammad es sólo el mensajero de Dios. Ello comporta la primacía del mensaje sobre el mensajero, del mismo modo que es la clave para el desarrollo que adquiere la escritura como motivo decorativo (la epigrafía) dentro del arte islámico. Refleja, al mismo tiempo, la tendencia anicónica latente en el islam desde los primeros momentos, si bien, no por ello, la figuración dejó de contar con cierta presencia aunque en ámbitos restringidos. Esta tendencia anicónica propiciará el gran desarrollo de motivos geométricos y vegetales con un grado de abstracción cada vez mayor que definirán la ornamentación en el arte islámico.
La oración o salat es el precepto según el cual los musulmanes deben orar regularmente cinco veces al día. Ello exige un estado de limpieza ritual, un espacio suficiente para prosternarse e inclinar la cabeza hasta el suelo y una correcta orientación hacia la Meca.
Consecuencia de estas obligaciones es la existencia de un edificio, la Mezquita con un muro qibla donde se halla el mihrab que señala la correcta orientación a la Meca. Las mezquitas suelen contar con un patio (sahn) en el que existe una fuente (mida) para la limpieza corporal. Otros elementos asociados son el minbar (una especie de púlpito con gradas para el jutba (sermón del viernes)), la maqsura, el alminar desde cuya azotea el muecín llama a la oración y también utilizan las alfombras de oración para mayor limpieza en el desarrollo de la oración.
La obligación de dar limosna produce en el terreno artístico la fundación de instituciones de caridad como madrasas o escuelas teológicas donde se enseña el Corán, hospitales, baños y fuentes públicas. El ayuno durante el mes de Ramadán (noveno del calendario lunar islámico), tiene menor trascendencia artística aunque puede concretarse en ciertos objetos realizados para las fiestas de ruptura del ayuno celebradas al final del Ramadán.
La religión, constituye el gran elemento unificador del amplio territorio y el dilatado marco temporal (s. VII hasta la actualidad) por el que se ha expandido el islam. No obstante, este desarrollo espacio-temporal ha generado una enorme variedad de manifestaciones artísticas. Lógicamente, las condiciones geográficas así como los factores históricos y los consiguientes sustratos de civilización preexistentes en cada ámbito cultural han incidido de forma decisiva en las expresiones artísticas, determinando su evolución y sus peculiaridades.
2. Historia del Arte Islámico:
Los inicios del Arte Islámico (siglos del VII al IX):
Antes de las dinastías:
Se sabe muy poco sobre la arquitectura antes de la dinastía Omeya. El edificio islámico más importante es la casa del Profeta en Medina. Esta casa, un poco mítica, fue el primer lugar donde los musulmanes se reunieron para rezar, aunque la religión musulmana cree que la oración se puede hacer en cualquier lugar.
La casa del Profeta tuvo una gran importancia para la arquitectura islámica, puesto que es el prototipo de la mezquita de diseño árabe, formada por un patio con una sala de oración hipóstila. Este modelo, adaptado a la oración, podría estar inspirado por el templo de Husa (Yemen, siglo II a. C.) o por la sinagoga Dura Europos (renovada en el año 245).
Templo de Husa, Yemen
Sinagoga Dura Europos
Construida con materiales perecederos (madera y barro), la casa del Profeta no sobrevivió por mucho tiempo, pero está descrita con detalle en las fuentes árabes. Actualmente, la Mezquita del Profeta se eleva en el lugar donde supuestamente se encontraba la casa de Mahoma.
Los primeros objetos islámicos son muy difíciles de distinguir de los objetos de épocas anteriores sasánidas y bizantinas, o ya omeyas. De hecho, el islam nació en zonas donde el arte parece haber sido poco abundante, pero rodeadas de imperios notables por su producción artística. Es por eso que, en los inicios del Islam, los artistas islámicos utilizaron las mismas técnicas y los mismos motivos que sus vecinos. Se conoce una abundante producción de cerámica sin brillo.
El Arte Omeya:
Entre los Omeyas, la arquitectura religiosa y civil crece con la introducción de nuevos conceptos y diseños. De este modo, el plano árabe, con patio y sala de oración hipóstila, se convierte en un plano-modelo a partir de la construcción, en el lugar más sagrado de la ciudad de Damasco (en el antiguo templo de Júpiter y en el lugar donde estuvo la ''Basílica de San Juan Bautista'') de la Gran Mezquita de los Omeyas.
Basílica de San Juan Bautista
Gran Mezquita de los Omeyas
El edificio fue un importante hito para que los constructores situaron allí el nacimiento del plano árabe. Sin embargo, recientes trabajos de Myriam Rosen-Ayalon nos sugieren que el plano árabe nació un poco antes, con el primer proyecto que se hizo para construir la Mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén.
Mezquita de Al-Aksa
Planta de la Mezquita de Al-Aksa
La Cúpula de la Roca en Jerusalén es uno de los edificios más importantes de toda la arquitectura islámica, caracterizado por una fuerte influencia bizantina (mosaicos con fondo de oro, plano centrado que recuerda al del Santo Sepulcro), pero que ya tiene elementos puramente islámicos, como el gran friso con inscripciones religiosas del Corán. Su modelo no se propagó, y el que Oleg Grabar considera como el ''primer monumento que fue una gran creación estética del islam'', quedó sin posteridad.
La Cúpula de la Roca, Jerusalén
Planta de La Cúpula de la Roca, Jerusalén
Los Castillos del Desierto en Palestina nos ofrecen mucha información sobre la arquitectura civil y militar de la época, aunque su función exacta se está estudiando, los especialistas se esfuerzan por descubrirlo, y parece que su uso ha variado en función del lugar donde se encuentren.
Los Castillos del Desierto, Palestina
Además de la arquitectura, los artesanos trabajaban la cerámica (a menudo no esmaltada), a veces con un vidriado monocromo transparente, verde o amarillo, y también trabajaron el metal. Sigue siendo muy difícil diferenciar estos objetos de los del período pre-islámico, los artesanos reutilizaron elementos occidentales (follaje vegetal, hojas de acanto, etc) y sasánidas (2º Imperio persa durante su cuarta dinastía irania (226-651)).
El Arte abásida:
Con el desplazamiento de los centros de poder hacia el este, dos ciudades que serían sucesivamente capitales del califato cobraron gran importancia: Bagdad y Samarra en Irak. La ciudad de Bagdad no ha podido ser excavada porque está cubierta por la ciudad contemporánea. La conocemos por varias fuentes, que la describen como una ciudad circular en cuyo centro se construyeron grandes mezquitas y palacios. Samarra ha sido objeto de varias excavaciones, especialmente de Ernst Herzfeld y más recientemente de Alastair Northedge. Creada por Al-Mutasim, en el año 836, abarca unos 30 kilómetros cuadrados, y tenía además de muchos palacios dos grandes mezquitas y varios cuarteles. Abandonada definitivamente a la muerte de Al-Mu'tamid en el año 892 nos ofrece un hito cronológico fiable.
Samarra nos ha proporcionado una gran cantidad de mobiliario, especialmente estuco que servía como decoración arquitectónica y cuyos motivos pueden servir para la datación aproximada de los edificios. El estuco también se encuentra en el arte mobiliario desde el Egipto tulunida hasta Irán, sobre todo acompañando a la madera en la decoración.
El arte de la cerámica conoció por lo menos dos grandes innovaciones:
- La invención de la fayenza (en el campo de la cerámica vidriada artesanal tradicional, es una de las denominaciones que reciben diversos tipos de loza fina cocida entre los 1000ºC y los 1300ºC, que posteriormente se cubre con esmalte opaco mezclando plomo y estaño). En el islam, se llama faience a una masa de pasta arcillosa, cubierta con un esmalte opaco tratado con óxido de estaño, y decorada. Las imitaciones de porcelana china se multiplicaron entonces gracias al óxido de cobalto, utilizado desde el siglo VIII en Suse, y que permite decorados en azul y blanco. El repertorio de motivos es todavía bastante limitado: motivos vegetales e inscripciones.
- La cerámica de brillo metálico que perdurará durante mucho tiempo después de la desaparición de la dinastía. El brillo metálico habría nacido en el siglo IX, tal vez por la incorporación a la cerámica de un producto ya existente y que era utilizado en el vidrio. La cronología de esta invención y de los primeros siglos es muy difícil y ha dado lugar a muchas controversias. Los primeros brillos metálicos serían policromados, sin imágenes y a partir del siglo X pasarían a ser figurativos y monocromos. También se producía vidrio transparente u opaco, decorado por soplado en un molde o mediante la adición de otros elementos. Hay varios ejemplos de tallado de vidrio, el más famoso es probablemente ''el tazón de las liebres'', que se conserva en el tesoro de San Marcos de Venecia, y la decoración arquitectónica en este material que ha sido hallada en Samarra.
La época medieval (siglo IX - siglo XV):
Desde el siglo IX el poder de la dinastía Abbasida es desafiado en las provincias más alejadas del centro de Iraq. La creación de un califato chií rival, el califato de la dinastía fatimí, seguido del califato de los Omeyas de España, dio cuerpo a esta oposición. También aparecieron pequeñas dinastías de gobernadores autónomos en Irán.
España y el Magreb:
La primera dinastía que se instaló en la península ibérica (en al-Ándalus) fue la de los Omeyas de España. Como su nombre indica, este linaje desciende del de los grandes Omeyas de Siria, diezmado en el siglo IX. La dinastía Omeya de España fue sustituida después de su caída por diversos reinos independientes, los reyes de taifas (1031-1091), pero la producción artística en este período no difiere demasiado tras este cambio político. Al final del siglo XI, dos tribus bereberes tomaron sucesivamente el poder en el Magreb y en España (España estaba en plena reconquista), los almorávides y los almohades del norte de África, que aportaron su influencia magrebí en el arte.
Primeros reinos de Taifas
Sin embargo, los reyes cristianos fueron conquistando la España islámica, que quedó reducida a la ciudad de Granada en el siglo XIV con la dinastía Nazarí, que consiguió mantenerse hasta el año 1492.
Dinastía Nazarí
En Magreb, los meriníes tomaron la antorcha de los almohades en el año 1196. Desde su capital Fez participaron en muchas expediciones militares, tanto en España como en Túnez, de donde no pudieron desalojar a los hafsides (una pequeña dinastía firmemente establecida allí). Los meriníes vieron disminuir su poder a partir del siglo XV y fueron sustituidos de forma definitiva por la dinastía Sharifs en el año 1549. La dinastía Hafsides gobernó hasta su desalojo por los turcos Otomanos en el año 1574.
Al-Andalus fue un lugar de gran cultura en la época medieval. Además de importantes universidades como la de Averroes, que permitió la difusión de la filosofía y la ciencia desconocida para el mundo occidental, este territorio fue también un lugar en el que floreció el arte.
Universidad de Averroes, Córdoba
En arquitectura, es evidente la importancia de la Gran Mezquita de Córdoba, pero esto no debería eclipsar otros logros como la Mezquita de Bab al-Mardum en Toledo o la Ciudad califal de Medina Azahara. También es especialmente importante el Palacio de la Alhambra de Granada.
Vista aérea de la Gran Mezquita de Córdoba
Planta de la Gran Mezquita de Córdoba
Planta y Vista de la Mezquita de Bab al-Mardum, Toledo
Mapa de Medina Azahara, Córdoba
Palacio de la Alhambra, Granada
Planta del Palacio de la Alhambra, Granada
Varios rasgos caracterizan la arquitectura de España:
- Los arcos de herradura derivados de modelos romanos y visigodos.
- Los arcos polilobulados, muy habituales y que son típicos de la época islámica.
- La forma del mihrab, como una pequeña habitación.
Entre las técnicas que utilizaron para la fabricación de objetos, el marfil fue ampliamente utilizado para la fabricación de cajas y cofres. La Píxide de Al-Mughira es una obra maestra, con muchas escenas figurativas y difíciles de interpretar.
A partir del reinado de las dinastías magrebíes, también hubo un gusto por trabajar la madera, tallada y pintada: el Minbar de la Mezquita de Kutubiyya de Marrakech, datado en 1137, es uno de los mejores ejemplos.
Minbar de la Mezquita de Kutubiyya, 1137, Marrakech
Mezquita de Kutubiyya, Marrakech
Objeto decorativo de madera taraceada
Egipto y Siria:
La dinastía fatimí, una de las pocas dinastías del mundo islámico chiíta, gobernó en Egipto entre el año 909 y 1171. Nacida en Ifriqiya en el año 909, llegó a Egipto en el año 969 (donde fundó la Ciudad califal de El Cairo, al norte de Fustat).
Mezquita de al-Azhar
Planta de la Mezquita de al-Azhar
Mezquita de al-Hakim
Planta de la Mezquita de al-Hakim
Muralla de El Cairo (1)
Muralla de El Cairo (2)
También fue el origen de una rica producción de objetos de arte en una amplia gama de los materiales: madera, marfil, cerámica pintada con esmalte brillante, plata, incrustaciones de metal, vidrio opaco, y sobre todo, cristal de roca. Muchos artistas eran cristianos coptos, como lo demuestran las numerosas obras con iconografía cristiana. Estos constituían la religión mayoritaria durante el reinado tolerante de los fatimitas.
El arte se caracteriza por una rica iconografía, que explota mucho la figura humana y animal en las representaciones animadas, que tiende a liberarse de elementos puramente decorativos, como las manchas de color en la cerámica esmaltada. Se enriqueció, tanto estilística como técnicamente, a través de sus contactos con las culturas de la cuenca mediterránea, sobre todo Bizancio. La dinastía fatimita fue también la única que produjo escultura, a menudo en bronce.
Escultura León emblemático en bronce
Al mismo tiempo, en Siria, asumieron el poder los atabegs, es decir, los gobernadores árabes de los príncipes selyúcidas. Muy independientes, se apoyaron en la enemistad entre los príncipes turcos y ayudaron en gran parte a los cruzados francos. En 1171, Saladino tomó el Egipto fatimida, y puso en el trono a la efímera dinastía ayubida. Este período no fue muy rico en arquitectura, lo que no impidió la renovación y mejora de las defensas de la ciudad de El Cairo. La producción de objetos valiosos no se detuvo. La cerámica pintada con esmaltes brillantes, y con incrustaciones de metal de alta calidad se siguieron produciendo y el vidrio esmaltado surgió a partir del último cuarto del siglo XII, como se ve en una serie de vasos y botellas de este período.
Los mamelucos arrebataron el poder a los Ayyubidas de Egipto en el año 1250 y se instalaron en el 1261 en Siria, derrotando a los mongoles. No son, estrictamente hablando, una dinastía, porque los soberanos no reinan de padre a hijo: de hecho, los Mamelucos son esclavos turcos liberados, que comparten el poder entre compañeros de libertad. Este gobierno paradójico se sostuvo casi tres siglos, hasta el 1517, y dio lugar a una arquitectura muy abundante en piedra, compuesta por grandes complejos hechos para los sultanes o emires, especialmente en El Cairo. La decoración se realiza con incrustaciones de piedras de diferentes colores, así como con un exquisito trabajo en madera que consistió en incrustaciones de motivos geométricos radiantes hechos en marquetería. Se utilizó también el esmalte y el vidrio, y lo que es más importante, las incrustaciones de metal: de este periodo data el Baptisterio de San Luis, uno de los objetos islámicos más famosos, realizado por el orfebre Muhammad ibn al-Zayn.
Irán y Asia central:
Los II-khanides:
Bajo estos pequeños khanes, originalmente sometidos al emperador Yuan, pero rápidamente independizados, se desarrolló una rica civilización. La actividad arquitectónica se intensificó a medida que los mongoles se hicieron sedentarios y siguió estando más o menos marcada por las tradiciones de los nómadas, como queda demostrado en la orientación norte-sur de los edificios. Sin embargo, existe una importante influencia persa y la vuelta a las tradiciones ya establecidas, como el plano iraní. La tumba de Olsjaïtou en Sultaniya fue uno de los monumentos más impresionantes de Irán, pero lamentablemente está muy deteriorado y casi destruido. También, durante esa dinastía nació el arte del libro persa, en importantes manuscritos como el Jami al-tawarikh mandado hacer por el visir Rashid al-Din.
Aparecieron nuevas técnicas en la cerámica, como la de lajvardina, y se ven influencias chinas en todas las artes.
Manuscrito Jami al-tawarikh
Tumba de Oldjaïtou, Sultaniya
La Horda de Oro:
El arte de estos nómadas es muy poco conocido. Los investigadores, que apenas están empezando a interesarse en ellos, han descubierto que hubo una planificación urbana y una arquitectura en estas regiones. Se desarrolló también una importante orfebrería y la mayor parte de sus obras muestran una fuerte influencia china. Conservadas en el Museo del Hermitage de San Petersburgo.
Fue la tercera invasión de los nómadas, la de las tropas de Tamerlán, la que fundó el tercer gran período medieval iraní: el de los Timurides. El desarrollo en el siglo XV de esta dinastía, dio lugar a la cúspide del arte del libro persa, con pintores como Behzad, y muchos mecenas. La arquitectura y el urbanismo persa, a través de monumentos como los de Samarcanda, en particular, experimentaron igualmente una edad de oro. La decoración en cerámica y las bóvedas con mocárabes son particularmente impresionantes. Existe una fuerte influencia del arte del libro y de China en todos los demás ámbitos. Es, en parte, el período Timurida el que dio cohesión al arte persa, permitiéndole florecer más tarde en el gran imperio de los Sefávidas.
Anatolia:
Continuando en su impulso, los turcos seldyúcidas continuaron sus conquistas hasta Anatolia. Después de la batalla de Manzikert en 1071 formaron un sultanato independiente del de sus primos iraníes. Su poder parece extenderse desde 1243 hasta las invasiones mongolas, pero las monedas siguieron siendo acuñadas con sus nombres hasta el año 1304. La arquitectura y los objetos sintetizan los distintos estilos, tanto de Irán como de Siria. El arte del trabajo de la madera dará obras maestras, y sabemos de un único manuscrito ilustrado que data de ese periodo.
Los turkmecos, que son nómadas en la región del lago Van, son muy poco conocidos. Se les conocen, sin embargo, varias mezquitas como la Mezquita Azul de Tabriz y tendrán una influencia decisiva tanto en Anatolia (después de la caída de los Seldjoukidas de Rum), como en Irán durante la dinastía Timurida. En efecto, a partir del siglo XIII, Anatolia estaba dominada por pequeñas dinastías turcomanas, que decidieron apropiarse gradualmente de los territorios bizantinos. Poco a poco surge una dinastía: la de los Otomanos, los llamados ``primeros otomanos´´ antes de 1453. Patrocinaron sobre todo la arquitectura, donde se busca la unificación de los espacios mediante el uso de cúpulas. En la cerámica también se sentaron las bases para lo que se convertiría en el arte otomano propiamente dicho con la cerámica de Mileto y los primeros azules y blancos anatolios.
India:
La India, conquistada por los Ghaznévidas y Ghurides en el siglo IX, no se independizó hasta el año 1206 cuando los reyes-esclavos, llegaron al poder, marcando el nacimiento del sultanato de Delhi. Más tarde, surgieron otros sultanatos competidores en Bengala, Cachemira, Guyarat, Malwa y en el norte del Deccan.
Se alejaron gradualmente de las tradiciones persas, dando nacimiento a una arquitectura y un urbanismo originales teñidos de sincretismo con el arte hindú. La producción de objetos está poco estudiada hasta este momento, pero sabemos de un importante arte del libro. El período de los sultanatos termina con la llegada de los Mogoles que poco a poco conquistaron toda la región.
Técnicas del arte islámico:
El urbanismo, la arquitectura y su decoración:
La arquitectura adopta muchas formas diferentes en el mundo islámico, a menudo su relación con la religión musulmana: la mezquita es una de ellas, pero la madraza y los lugares de retiro son también edificios típicos de los países del islam adaptados a la práctica del culto.
Los tipos de edificios varían mucho según los períodos y las regiones. Antes del siglo XIII, en la cuna del mundo árabe, es decir, en Egipto, en Siria, en Iraq y en Turquía, casi todas las mezquitas siguen el llamado plano árabe, con un gran patio y una sala de oración hipóstila, pero que varían enormemente en su decoración e incluso en sus formas: en el Magreb las mezquitas adoptaron un plano en ``T´´ con naves perpendiculares a la qibla, mientras que en Egipto y Siria las naves son paralelas.
Irán tiene sus propias especificaciones como el uso del ladrillo y la decoración en estuco y cerámica, el uso de formas particulares tomadas del arte Sasánica como los Iwan (porches de entrada abiertos por un gran arco) y el arco persa.
El Arte del libro:
El arte del libro incluye tanto la pintura, la encuadernación, la caligrafía y la iluminación. Es decir, arabescos y dibujos en los márgenes y en los títulos.
Se divide tradicionalmente el arte del libro en tres ámbitos distintos:
- Árabe: para los manuscritos sirios.
- Persa: para los manuscritos creados en Irán.
- Indio: para las obras mogolas.
Conocidas en Europa como ''Artes menores'' en las artes decorativas. Sin embargo, en las tierras del Islam, estas artes se han utilizado ampliamente con fines más artísticos que utilitarios y han alcanzado tal punto de perfección que no se pueden clasificar como artesanía. Por lo que, si los artistas islámicos no se interesaron en la escultura por razones principalmente religiosas, nos dejaron pruebas de un ingenio y una maestría notable en las artes del metal, la cerámica, el cristal, la calcedonia, el tallado de madera, la marquetería y el marfil.
Motivos, temas e iconografía del arte islámico:
Cuando mencionamos el término arte islámico, pensamos en un arte sin imágenes compuesto enteramente de motivos geométricos y arabescos. Sin embargo, hay muchas representaciones de figuras en las artes del islam, particularmente en todo aquello que no está comprendido dentro del ámbito de la religión.
Arte y religión:
Las religiones han jugado un papel importante en el desarrollo del arte islámico, que a menudo se ha utilizado con fines sagrados. Se piensa, en la religión musulmana. Sin embargo, el mundo islámico no tuvo una mayoría musulmana hasta el siglo XIII y otras creencias también han desempeñado un papel importante en el islam. El cristianismo, en un área que va desde Egipto hasta Turquía.
- El zoroastrismo: es la denominación de la religión que deriva de una religión anterior denominada mazdeísmo, se funda en las enseñanzas del profeta y reformador Zarathustra.
- El hinduismo: es una de las religiones más antiguas del mundo, practicada en el Sur de Asia. Los eruditos consideran al hinduismo como una fusión o síntesis de varias culturas y tradiciones.
- El budismo: es una religión mundial y una ''doctrina filosófica y espiritual'' no teísta perteneciente a la familia dhármica. Comprende una variedad de tradiciones, creencias religiosas y prácticas espirituales principalmente atribuidas a Buda Gautama. Es la cuarta religión más importante del mundo.
- El animismo: es un concepto que engloba diversas creencias en las que tanto objetos como cualquier elemento del mundo natural. Aunque cada cultura tiene sus propias mitologías y rituales más diferentes, se dice que el ''animismo'' describe el hilo fundamental más común de las perspectivas ''espirituales'' o ''sobrenaturales'' de los pueblos indígenas.
Las obras de los poetas místicos Saadi y Djami también han dado lugar a muchas representaciones. El al-Jami tawarikh o historia universal, compuesta por el visir ilkaní Rashid al-Din a comienzos de siglo XIV ha sido la inspiración de numerosas representaciones en todo el mundo islámico.
La literatura árabe no es la única con representaciones; las fábulas de origen indio 'Calila y Dimna' o el 'Maqamat' de Al-Hariri y otros textos fueron frecuentemente ilustrados en los talleres de Bagdad o Siria.
La literatura científica, como los tratados de astronomía o mecánica también tienen ilustraciones.
Motivos abstractos y caligrafía:
Los motivos decorativos son muy numerosos en este arte y muy variados, desde los motivos geométricos hasta los arabescos. La calligrafía en las tierras del islam está considerada como un arte, incluso sagrado, habida cuenta de que las suras del Corán se consideran como palabras divinas y que las representaciones de los seres vivos están excluidas de los libros y lugares religiosos, la caligrafía merece una atención especial, no solo en el ámbito religioso, sino también en las obras profanas.
Las representaciones figurativas:
A menudo se piensa que el arte islámico es totalmente anicónico, sin embargo, se pueden observar numerosas figuras humanas y animales en la cerámica. Las imágenes religiosas de Mahoma, de Jesús y del Antiguo Testamento así como de los imanes, también dieron lugar a representaciones que, según épocas y lugares, tienen el rostro velado o no. La cuestión de la representación figurativa en el islam es aún hoy muy compleja.
El conocimiento de las artes del islam en el mundo:
Historiografía del arte islámico:
El arte islámico ha sido durante mucho tiempo conocido en Europa gracias a las numerosas importaciones de materiales preciosos (seda, cristal de roca), que se hicieron en la época medieval. Muchos de estos objetos se han convertido en reliquias y se conservan actualmente en los tesoros de las iglesias del mundo occidental. Sin embargo, la historia del arte islámico como una ciencia es una disciplina muy reciente en comparación con la de otras artes antiguas. Por otro lado, las excavaciones de arte islámico han sido víctimas a menudo de arqueólogos que quisieron rápidamente a los niveles más antiguos.
Nacida en el siglo XIX e impulsada por el movimiento orientalista, esta disciplina evolucionó marcada por muchos vaivenes, debidos a acontecimientos políticos y religiosos mundiales. La colonización fomenta el estudio de algunos países, así como la aparición de colecciones europeas y americanas, pero períodos enteros de la historia han quedado olvidados. Del mismo modo, la guerra fría, ha ralentizado el estudio de las artes del islam, impidiendo su estudio y descubrimientos.
II. Arquitectura islámica:
Es un término que agrupa los estilos artísticos propios de la cultura islámica desde los tiempos de Mahoma hasta la actualidad, influyendo en el diseño y la construcción de edificios y estructuras por todo el mundo.
Los principales tipos de construcciones de la arquitectura islámica son: la mezquita, la tumba, el palacio y el fuerte; aunque también destacan los baños públicos, las fuentes y la arquitectura doméstica.
Se dice que la columna, el arco y la cúpula son la ''Trinidad'' de la arquitectura islámica, ya que las tres juntas son características que le dan belleza y originalidad.
1. Historia:
En el año 630 el ejército de Mahoma reconquistó la ciudad de La Meca para la tribu de Quraish. El Santuario santo de Kaaba fue reconstruido y dedicado al islam, su reconstrucción fue llevada a cabo antes de que muriese Mahoma en el año 632 por un carpintero abisinio en su estilo nativo. Sus paredes fueron decoradas con pinturas de Jesús, María, Abraham, profetas, ángeles y árboles; Después las doctrinas del islam a partir del siglo VIII, basados en el Hadiz, prohibieron el uso de ese tipo de imágenes en su arquitectura, especialmente humanos y animales.
En el siglo VII las fuerzas musulmanas conquistaron extensos territorios. Una vez que se establecen en la región, primero buscaban un lugar donde construir una Mezquita. El diseño simple, basado en la casa del profeta Mahoma, proveyó de elementos que fueron incorporados a las nuevas mezquitas y otras construcciones por los primeros musulmanes, o adaptaron edificios ya existentes como iglesias para su propio uso.
Poco después de la muerte del profeta Mahoma, se desarrolló un estilo arquitectónico islámico fácilmente reconocible, formado a partir de los modelos romano, egipcio, persa/sasánida y bizantino. La rapidez de su surgimiento tuvo como hito el año 691 con la finalización de la Cúpula de la Roca en Jerusalén. Este presenta rasgos como espacios abovedados, una cúpula de planta circular, y el uso de estilizados y repetitivos patrones decorativos (arabescos).
La Gran Mezquita de Samarra en Irak, completada en el año 847, combina la arquitectura de hileras de columnas que se encuentran soportando una base plana sobre la cual descansa un gran minarete espiralado.
La iglesia de Santa Sofía en Estambul, también influyó en el arte islámico al agregar elementos de la arquitectura bizantina en sus propios trabajos. Cuando los otomanos capturaron la ciudad de Bizancio, la convirtieron de basílica a mezquita, aunque ahora es un museo. Esta iglesia sirvió de modelo para muchas otras mezquitas otomanas como la Mezquita Sehzade o la Mezquita de Süleymaniye.
2.1 Arquitectura persa:
Una de las primeras civilizaciones con quien el islam entró en contacto durante y después de su creación fue con Persia. Debido a su proximidad los primeros arquitectos islámicos no sólo tomaron temporalmente, sino que adoptaron definitivamente las tradiciones y métodos del decadente Imperio sasánida.
Muchas ciudades como Bagdad, fueron hechas junto a construcciones precedentes como Firuzabad en Persia.
2.2 Arquitectura hispano-islámica:
La construcción de la gran Mezquita de Córdoba comenzada en el año 785, marcó el comienzo de la arquitectura islámica en la península ibérica y en el norte de África. La mezquita descuella por sus arcos interiores en forma de herradura. La arquitectura andalusí llegó a su cima con la construcción de La Alhambra, el magnífico palacio-fortaleza de Granada, con su espacio abierto y fresco adornado en rojo, azul y dorado; las paredes están decoradas con estilizados motivos de follajes, inscripciones en árabe, y diseños con arabescos, con paredes cubiertas de azulejos vidriados.
Justo antes de concluir la Reconquista, la influencia islámica tuvo un impacto duradero en la arquitectura de España. En particular, los españoles medievales usaron el estilo mudéjar, una mezcla de elementos cristianos y árabes. Uno de los mejores ejemplos del verdadero impacto morisco es el Real Alcázar de Sevilla.
A. Mezquita de Córdoba:
La Mezquita - Catedral de Córdoba, actualmente conocida eclesiásticamente como ''La Catedral de la Asunción de Nuestra Señora'', es un edificio de la ciudad de Córdoba (España). Es uno de los monumentos más visitados de España.
Se empezó a construir como Mezquita en el año 784; hasta hace poco se creía que tras la apropiación por los conquistadores musulmanes de la Basílica hispanorromana de San Vicente Mártir y la reutilización de parte de los materiales, quedando reservada al culto musulmán.
Restos de la Basílica de San Vicente Mártir - Mezquita de Córdoba
El edificio fue objeto de ampliaciones durante el Emirato de Córdoba y el Califato de Córdoba. Con 23400 metros cuadrados, fue la segunda mezquita más grande del mundo en superficie; el muro de la qibla no fue orientado hacia La Meca, sino 51º grados hacia el Sur (esto era habitual en las mezquitas de al-Ándalus).
Todo este conjunto está declarado como Bien de interés cultural y Patrimonio Cultural de la Humanidad como parte del centro histórico de la ciudad.
De estilo mudéjar (1477), donde se observan las hileras de naranjos y palmeras, y las fuentes y los arcos de herradura que lo rodean. Junto a la puerta se levanta la mezquita que se compone de tres partes:
- El patio de los naranjos, en tiempos del califato era llamado ''Patio de las Abluciones''.
- El almirar desmochado parcialmente y rodeado, a principios del s. XVII, de un encofrado de estilo herreriano.
- La puerta de ''Las Palmas'' da acceso a la mezquita: hay un bosque de 856 columnas de mármol, jaspe y granito sobre las que se apoyan 365 arcos de herradura bicolores. El mihrab es un joyel de mármol, estuco y mosaicos bizantinos coloreados sobre fondo de oro y bronce, además de cobre y plata.
En el lucernario se conservan los arcos lobulados de los muros y la cúpula. En la cabecera destacan los arcos, los mosaicos del muro y la estructura y decoración de las cúpulas a base de arcos cruzados.
Tras la conquista de Córdoba por los cristianos, estos utilizaron la mezquita para celebrar su culto, pero en el siglo XVI, cuando el islam fue definitivamente expulsado de la península ibérica, los vencedores quisieron adecuarla a sus creencias: construyeron una catedral renacentista en sus naves centrales, en pleno corazón de la mezquita, alterando la perspectiva original.
A.1 Orientación:
El mihrab está en dirección sur y no la que corresponde a La Meca; es posible que esto se deba a una práctica heredada de Siria por Abderramán I, ya que la Gran mezquita de Damasco también está orientada en esa dirección. Otros autores sostienen que la nace principal de la mezquita sigue en su orientación el trazado del Cardo romano de Córdoba.A.2 Etapas constructivas:
Substrato:
Las excavaciones arqueológicas dirigidas por el arquitecto Felix Hernández en 1930 demostraron la existencia en el subsuelo de la Mezquita-Catedral de todo un complejo episcopal tardo romano que puede datarse entre los siglos IV y VI. Los restos encontrados bajo el piso pertenecen a una basílica visigótica.
Mezquita de Abderramán I:
El inicio de su construcción se debe al primer emir omeya de Córdoba, haciéndose sobre el emplazamiento de la basílica visigoda de San Vicente Mártir, iglesia construida en el siglo VI, en cuyo solar se inicia la edificación del oratorio en el año 786.
Este primer edificio consta de 11 naves longitudinales orientadas hacia el río Guadalquivir, a excepción de la nave central que conduce al mihrab y a las dos de los extremos. Estas naves constan de 12 intercolumnios que corren en dirección al muro de la quibla.
Los materiales utilizados son de acarreo: fustes de columnas y capiteles procedentes de construcciones y épocas anteriores, sobre los cuales se elevan pilares rectangulares de sillería que dotan de más altura al conjunto. Para darle estabilidad a este alzado se recurre a dobles arcos, de los cuales el inferior, de herradura, hace funciones de entibo, mientras que el superior, de medio punto, es el que soporta la cubierta. Este sistema, además de la alternancia cromática y material de las dovelas, rojas de ladrillo, amarillentas las de caliza, parece estar inspirado en el acueducto romano de los Milagros (Mérida).
El resultado es un inmenso bosque de columnas coronado de doble arquería que recuerda a un palmeral. El conjunto se cierra con el muro de la quibla, que a diferencia de la mayoría de mezquitas no está orientado hacia La Meca sino hacia el sur. Las obras terminaron en el año 788.
Intervención de Hisham I:
Terminó el patio y erigió el primer alminar. Este alminar, de planta cuadrada, fue más tarde derribado por Abderramán II quien construyó otro, y cuyos restos se cree que se encuentran actualmente embutidos en el campanario cristiano de la catedral. La cimentación del alminar de Hisham I fue hallada en el Patio de los naranjos en el siglo XX.
Torre del campanario que envuelve el alminar
Ampliación de Abderramán II:
El crecimiento de la ciudad habría determinado la necesidad de un oratorio (haram) con un aforo mayor para poder albergar más fieles durante la celebración de los vienes, por lo que este emir decidió la primera ampliación de la mezquita. Se iniciaron en el año 833 y se acabaron en el año 855 najo el mandato del hijo de Abderramán II.
Para llevarla a cabo se derribó el antiguo muro de la quibla, y se prolongaron las arquerías en 8 tramos o crujías más, con una longitud total de 24 metros. Los elementos arquitectónicos son idénticos a los de la fase inicial: alternancia de dovelas en los arcos y utilización de materiales de acarreo. El mihrab, cuyos cimientos fueron encontrados en el subsuelo de la capilla de Villaviciosa, estaba concebido con un arco de entrada sostenido por cuatro columnas y sobresalía al exterior del muro de la qibla. También llevó a cabo una intervención en el patio.
Intervención de Abderramán III:
La intervención del primer califa cordobés no afectó al oratorio. Pero agrandó el patio, derribó el primer alminar y erigió uno nuevo que sería modelo para los alminares almohades y los campanarios mudéjares. Este alminar se conserva actualmente desmochado y embutido en el campanario cristiano, aunque se conoce su alzado gracias a los dibujos conservados. El único testimonio gráfico que nos ha llegado es un relieve que se encuentra en una de las enjutas de la Puerta de Santa Catalina.
Durante el siglo X se llevarán a cabo las más extensas intervenciones en la mezquita. Pero será la de Alhakén II la ampliación más bella y rica.
Se derribó el muro de la qibla de abderramán II, del que también quedan restos visibles en la actualidad, y se amplía el oratorio en 12 crujías más en el sentido sur seguido hasta entonces. Para mejorar la iluminación se construyen cuatro lucernarios con bellas cúpulas nervadas. El primero, previo a la macsura, lo ocupa actualmente la capilla de Villaviciosa. Los otros tres se elevan delante del nuevo muro de qibla; uno delante del mihrab y los otros dos flanqueándolo.
Previos a la macsura aparecen nuevos arcos poli lobulados y entrecruzados, y en las columnas se alternan fustes rosas y azules. Los materiales ya no son de acarreo, sino labrados, con presencia de capiteles de pencas, una abstracción y esquematización de los corintios y compuestos del mundo romano y que derivarán en los de avispero que se pueden observar en Medinat Al-Zahra. Todo esto forma la unidad estilística del arte califal ya presente en Medina Azahara.
Otras novedades son el doble muro de la qibla, que facilita la conexión con el sabat y que permite que el mihrab no se limite a un simple nicho, sino que se abra como una pequeña habitación octogonal cubierta con una cúpula con forma de concha. La portada del mihrab y las cúpulas que lo preceden van recubiertas de mosaicos ejecutados por artesanos bizantinos enviados por el basileus cargados con 320 quintales de teselas.
Ampliación de Almanzor:
Dado el gran continuo crecimiento demográfico de Córdoba, este hayib decide llevar a cabo la tercera y última de las intervenciones en la mezquita a fines del siglo X. Su ampliación, afecta tanto al oratorio como al patio. Pero esta ampliación no se hará hacia el sur como las anteriores, puesto que la cercanía del Guadalquivir lo impide. La expansión será hacia el este, para lo que Almanzor debió expropiar el caserío que ocupaba la zona. Se construyen 8 nuevas naves que dejan descentrado el mihrab y el extendido muro de la qibla ya no es doble, sino simple. En los arcos de la alternancia de dovelas es solo cromática y no de materiales puesto que todas son de piedra caliza, aunque pintadas de almagra las rojas.
Conversión en Catedral:
Tras la reconquista cristiana de Córdoba en 1236, Fernando III de Castilla convirtió la mezquita en Catedral, sufriendo diversas alteraciones que acabarán configurando la actual Catedral de Córdoba. Durante toda la Baja Edad Media prevaleció ya convertida en catedral, adaptándose el culto y la liturgia cristiana a la espacialidad islámica con algunos acomodos.
En 1371 fue terminada la Capilla Real de la Mezquita-Catedral de Córdoba, donde estuvieron sepultados los reyes Fernando IV y Alfonso XI hasta que, en 1736, los restos de ambos monarcas fueron trasladados a la iglesia de San Hipólito de Córdoba, donde reposan en la actualidad.
La capilla mayor fue situada bajo uno de los lucernarios de Alhakén II, en el ámbito rico de la Mezquita del siglo X, sin alteraciones en la estructura anterior. La magnificencia del templo musulmán determinó que la macsura y el mihrab quedaran intactos. Sin embargo, con el paso de los siglos, la catedral precisaba mayores acomodos y una mayor dignificación en la capilla mayor, realizándose a finales del siglo XV (1499) una capilla cristiana donde estaba la antigua capilla del siglo XIII.
Esta nueva capilla catedralicia (dentro de la antigua mezquita) será impulsada por el obispo Iñigo Manrique (1486-1496), quien promueve la construcción de una nave con formulación arquitectónica gótica y algunas modificaciones en los accesos, que continuaron los prelados siguientes: Juan Rodriguez de Fonseca (1499-1505), Juan Daza (1505-1510), Martín (1510-1516).
Sin embargo, la mayor quiebra del edificio islámico se producirá a lo largo del siglo XVI, pues en medio de la antigua mezquita se levantará una gran nave cristiana najo los auspicios artísticos y arquitectónicos del Renacimiento; esto supuso una ruptura grave con los postulados espaciales islámicos. No en vano la propuesta fue polémica y estuvo sujeta a duros enfrentamientos entre diferentes próceres.
Campanario y Antiguo minarete:
El minarete fue construido por Abderramán III en el siglo X, aunque ha ido desapareciendo tras ser parcialmente demolido y encajonado en el campanario renacentista visible actualmente, diseñado por Hernán Ruiz III y construido entre 1593 y 1617.
El minarete original media 47 metros y tenía una base cuadrangular de 8,5 metros por lado. Estaba compuesto por un cuerpo principal y una segunda torre que lo coronaba. Este segundo cuerpo estaba rematado por una cúpula y un yamur que albergaba dos esferas metálicas de oro y una de plata. El cuerpo principal albergaba dos escaleras, construidas para ascender y descender por accesos diferentes. A la mitad del recorrido, las escaleras estaban iluminadas por tres ventanas en arcos de herradura, decorados con dovelas que se alternaban los colores y rodeadas por un alfil rectangular. Este triplete de ventanas se repetía en el nivel superior, y por encima de este había una fila de nueve pequeños ventanales de igual forma y decoración. El borde del primer cuerpo estaba coronado con una balaustrada de almenas en forma de sierra, parecido a los encontrados normalmente en Marruecos.
La construcción del nuevo campanario de la catedral que revistió al minarete comenzó en 1593 y fue finalizada en 1617. El diseño corrió a cargo del arquitecto Hernán Ruíz III, quien edificó la estructura hasta el nivel de las campanas. El proyecto fue continuado y finalizado por Juan Sequero de Matilla, alcanzando los 54 metros de altura. El campanario alberga una sólida estructura cuadrangular hasta el nivel de las campanas, donde se abren serlianas en cada una de sus caras. Sobre esta estructura se encuentra una linterna, coronada por una cúpula y en cuya cúspide se instaló una escultura del Arcangel Rafael. La base de la torre alberga la puerta del Perdón, una de las dos puertas septentrionales del edificio.
Patio de los naranjos:
Está situado en la parte norte del templo. Tiene su origen en el patio de abluciones de la mezquita de Abderramán I, aunque también se utilizó para impartir enseñanza y realizar juicios. Después fue ampliado y reformado durante las siguientes etapas constructivas. El primer testimonio cristiano se ubica en 1263, cuando la familia Gómez de Alcázar solicitó albergar un sepulcro en la ''La Claustra de Santa María''. Fue bajo el mandato del obispo Martín Fernández de Angulo cuando Hernán Ruíz I remodeló las tres galerías realizadas por el emir Hisham I en el siglo VIII, que fueron divididas en tramos de tres arcos peraltados, mientras que los capiteles fueron reutilizados en su mayoría de los existentes islámicos.
Se trata de un recinto cerrado de 130 metros de largo por 50 metros de ancho. Sus lados occidentales, septentrional y oriental se hallan rodeados de galerías porticadas y cuentan con seis puertas que comunican al patio con el exterior: la puerta de los Deanes y el postigo de la Leche en su lado oeste; la puerta del Perdón y la del Caño Gordo al norte; y la puerta de la Grada Redonda y la de Santa Catalina al este. En estas galerías se hayan expuestas las vigas y tablones que corformaban el artesonado original del templo, procedentes de la restauración del siglo XIX. Su estado de conservación, motivaron su retirada para una mejor conservación y sirvieron de modelo para la realización de las que actualmente se ven.
Su muro sur, que comunica al patio con el interior del templo, está formado por 17 arcos de herradura. Estos arcos se encontraban originalmente abiertos, haciendo de la sala de oración un espacio abierto.
Aljibe de Almanzor: Este aljibe corresponde a la ampliación de Almanzor en el año 987-988. El aljibe se halla a 10 metros de profundidad y alberga una capacidad de 1237 metros cúbicos de agua. Se conserva el estuco de los muros e incluso alguna pintura mural rojiza. El espacio hidráulico está compuesto por nueve espacios abovedados de 5x5 metros cuadrados que recogía el agua de lluvia.
- Fuente de Santa María: es una fuente de estilo barroco inaugurada en 1741 en sustitución a otra anterior. Está formada por un pilón rectangular, construido en piedra negra, con cuatro pilares artísticos en sus ángulos realizados por Tomás Jerónimo de Pedrajas y un caño en cada uno de ellos.
- Fuente del Cinamomo: fue construida en 1752, está edificada sobre un pilar rematado por una cornisa recargada y con una base de mármol gris.
Puertas:
Fachada oeste: discurre a través de la calle Torrijos. De norte a sur:
- Postigo de la Leche: es una de las puertas de acceso al patio de los naranjos. Su aspecto actual data de la primera década del siglo XVI, diseñada por el arquitecto Hernán Ruiz I.
- Puerta de los Deanes: es una de las puertas de acceso al patio de los naranjos. Fue construida en el siglo VIII por Abderramán I. De la puerta original solo se conserva parte del frontal interior.
- Puerta de San Esteban: fue construida en el siglo VIII por Abderramán I y reformada después por Muhammad I en el año 855. Es la puerta más antigua de todo el templo y sirvió de modelo para el resto de las puertas lateras construidas en época musulmana.
- Puerta de San Miguel: fue construida en la ampliación realizada por Abderramán II. En el siglo XVI se le añadió el escudo del obispo Juan Daza, también conocida como la puerta de los obispos.
- Puerta del Espíritu Santo: fue construida en la ampliación realizada por Alhakén II.
- Postigo del Palacio: fue construida en la ampliación realizada por Alhakén II.
- Puerta de San Ildefonso: fue construida en la ampliación realizada por Alhakén II.
- Puerta del Sabat: fue construida en la ampliación realizada por Alhakén II. Esta puerta comunicaba la mezquita con el antiguo alcázar andalusí a través de un puente que fue derribado en el siglo XVI.
Fachada este: discurre a través de la calle del Magistrado González Francés. De norte a sur:
- Puerta de la Grada redonda: es una de las puertas de acceso al patio de los naranjos. Su aspecto actual, de estilo churrigueresco, data del año 1738.
- Fuente de Santa Catalina: es una fuente del siglo XVIII adosada al muro oriental, junto a la puerta del mismo nombre. Es también conocida como fuente del Mocosillo. Consta de un amplio pilón-abrevadero, rematado en su frontispicio por una hornacina vacía.
- Puerta de Santa Catalina: es una de las puertas de acceso al patio de los naranjos. Recibe su nombre por su cercanía al antiguo convento de Santa Catalina. De estilo renacentista, fue construida en el siglo XVI por el arquitecto Hernán Ruíz II. Se compone de dos cuerpos. El inferior se compone por un arco de medio punto con la clave resaltada por un escudo flanqueado por dos columnas que apoyan sobre basamento. El alfiz creado por las columnas y el fuerte entablamiento alberga dos escudos. El cuerpo superior se organiza mediante cuatro columnas que crean vanos adintelados cegados, en los cuales se dispondrían pinturas murales.
- Puerta de San Juan: recibe su nombre de la capilla de San Juan Bautista, que se encuentra al otro lado de dicha puerta. Fue restaurada en 1913 por el arquitecto Ricardo Velázquez Bosco.
- Puerta del Baptisterio: recibe su nombre de la capilla del Baptisterio, fue restaurada en 1913.
- Puerta de San Nicolás: recibe su nombre de la capilla de San Nicolás de Bari, que se encuentra al otro lado de dicha puerta.
- Puerta de la Concepción Antigua: recibe su nombre de la desaparecida capilla de Nuestra Señora de la Concepción, que se encontraba al otro lado de dicha puerta. Fue restaurada en 1913.
- Puerta de San José: recibe su nombre de la capilla de San José, aue se encuentra al otro lado de dicha puerta. Fue restaurada en 1913.
- Puerta del Sagrario: recibe su nombre porque está cerca de la capilla del sagrario.
- Puerta de Jerusalén
Fachada norte: discurre por la calle Cardenal Herrero. De oeste a este:
- Arca del agua: es un aljibe del siglo XVIII que se encuentra adosado en un casetón en el muro norte. El casetón sirve para proteger y ventilar el arca principal del cabildo que distribuye a las demás fuentes y casas en el entorno. El arca es de ladrillo situado sobre el andén de la Mezquita levantándose de planta cuadrada con pilastras en las esquinas y dos cuerpos con cornisa, y rematados en cúpula.
- Puerta del Perdón: es de estilo mudéjar, está situado anexo a la torre. Fue construida en el siglo XIV y posteriormente reformada en el siglo XVII. Consta de dos arcos de herradura, uno dando a la calle y el otro al patio de los naranjos, entre los cuales se halla un espacio cuadrangular con techo en forma de cúpula. En las enjutas de su arco exterior se encuentra el escudo de armas del rey Enrique II. Sobre él se hallan tres arcos ciegos polilobulados decorados.
- Puerta del caño gordo: es de estilo neoclásico, fue construida en el siglo XVI y reformada en el siglo XVIII.
- Fuente del caño gordo: es una fuente que se encuentra adosada al muro norte. Este caudal era ya conocido en el siglo X. Su forma actual es barroca del siglo XVIII y tiene una pila enterrada de una sola pieza de mármol azul y caño de latón de gran diámetro sobre frontis sencillo y cuadrado.
- Virgen de los Faroles: es un altar situado en el exterior del muro norte. Presenta a una Virgen Asunción protegida por una reja exterior rodeada de 11 faroles. La actual Virgen existente, es una copia de la original la cual fue trasladada al museo.
Fachada sur: discurre a través de la calle del Corregidor Luis de la Cerda. Este muro se corresponde con la quibla de la antigua Mezquita. La parte occidental, construida por Alhakén II, está construida a modo de muro doble. Por otro lado, la parte oriental, construida durante la ampliación de Almanzor, se trata de un muro sencillo. De oeste a este:
- Balcones: situados en el extremo occidental, extendiendose a los largo de cinco de las naves, se encuentran dos filas de balcones. Fueron construidos en el siglo XVIII con el objetivo de mejorar la iluminación de las estancias situadas entre el doble muro de la quibla.
- Altar
- Balcón de la capilla de San Clemente: es un balcón de estilo plateresco construido en el siglo XVI y al cual se accedía desde la antigua capilla de San Clemente, donde ahora se encuentra el Museo de San Clemente.
A4. Interior del edificio:
Sala hipóstila:
Todo el interior del edificio era una gran sala hipóstila, usada como sala de oración, con la única excepción de los habitáculos existentes en el doble muro de la quibla. Aparte de su uso religioso que incluía los cinco rezos diarios.
La sala también se utilizó como centro educativo y de la sharia durante el gobierno de Abderramán I y de sus sucesores. La sala era grande y llana y estaba cubierta con techos de madera sostenidos por una doble arcada que descansaban en columnas. Estos arcos dividían la mezquita fundacional en 11 naves de norte a sur, más tarde ampliada por Almanzor a 19 naves. Aproximadamente las 850 columnas estaban realizadas en jaspe, ónice, mármol, granito y pórfido. En la mezquita fundacional, todas las columnas y capiteles fueron realizados de edificios romanos y visigodos, aunque las siguientes ampliaciones incorporaron nuevos capiteles islámicos que evolucionaban de los romanos.
La doble arcada fue una innovación que permitió una techumbre más alta; consisten en un arco de herradura en la parte inferior y un arco de medio punto en la superior. Las célebres dovelas rojas y blancas de los arcos estuvieron inspiradas en la Cúpula de la Roca y también recuerdan a la catedral de Aquisgrán.
Núcleo cruciforme:
Coro: La sillería del coro está localizada frente al retablo mayor, fue realizado por Pedro Duque Cornejo entre 1748 y 1757. El conjunto fue tallado en madera de caoba y presenta una fila de 30 sillas en la zona superior y otra de 23 sillas en la zona inferior, todas decoradas con relieves incluyendo una serie de escenas iconográficas.
Oeste:
La Capilla Mayor, el coro y el trascoro, forman el núcleo de la Mezquita - Catedral. Saliendo del coro pueden verse las capillas que rodean a la nave. Pasado el crucero, se llega al transepto, cubierto por tracería gótica decorada en su parte izquierda con bustos de profetas, y en su parte derecha con figuras femeninas (posiblemente representen a las virtudes).
El trasaltar tiene cinco arcos, cuatro destinados a capillas. Por encima de los arcos hay una cornisa con grutescos (motivos decorativos) y tondos bustos, y en los cinco tímpanos se ven relieves que representan el prendimiento, el camino del calvario, la crucifixión, el descendimiento y la resurrección, todos ellos obras anónimas de un taller local de comienzos del siglo XVI, influenciado por los flamencos.
Retablo Mayor: El retablo de la Capilla Mayor comenzó su construcción en 1618 y fue diseñado en estilo manierista por Alonso Matías. En 1627 los trabajos arquitectónicos fueron continuados por Juan de Aranda Salazar, y el retablo fue finalizado en 1653. Las pinturas originales fueron realizadas por Cristóbal Vela. El retablo está dividido en tres cuerpos flanqueados por columnas compuestas.
El cuerpo central alberga el tabernáculo en su base, mientras que en la parte superior se encuentra un lienzo de la Asunción. Los cuerpos laterales albergan lienzos de los cuatro mártires: San Acisclo, Santa Victoria, San Pelayo y Santa Flora. Los lienzos superiores están flanqueados por las esculturas de San Pedro y San Pablo y la parte central está rematada por un relieve de Dios Padre.
Los relieves de la sillería alta muestran la vida de Jesucristo en su lado derecho y la vida de la Virgen María en su lado izquierdo, mientras que los medallones pequeños todos son escenas de los mártires cordobeses. En el centro del conjunto en la zona occidental se encuentra un gran trono episcopal, encargado en 1752, con un parecido al diseño de un altar. La parte inferior del trono alberga tres sillas, aunque el elemento más impresionante es la representación de la Ascensión de Jesús que lo remata. La figura que corona todo el conjunto es la escultura del Arcángel Rafael.
La actual maqsura y mihrab fueron construidas durante la ampliación de Alhakén II.
La maqsura, es la zona reservada para el califa, es una zona rctangular adosada al muro de la quibla. Se encuentra rodeada y dividida en tres columnatas de arcos polilobulados entrecruzados. En el muro del espacio oriental se encuentra la puerta de la desaparecida Sala del Tesoro. En el espacio occidental está la puerta del Sabat, por la cual accedía el califa a través de un pasadizo que le llevaba directo al Alcázar.
En el central se halla la puerta del Mihrab compuesta por un arco de herradura muy decorado que da acceso al habitáculo del mihrab. El habitáculo del mihrab, que se halla incrustado en el muro de la quibla, es de planta octogonal con una cúpula con forma de concha. Los muros se encuentran decorados con un zócalo de mármol y, sobre el mismo, seis arcos polibulados en seis de sus caras.
Eje de Villaviciosa
Está compuesto por la Capilla de Villaviciosa; La Capilla Real, contigua a la capilla de Villaviciosa; y la capilla de San Pablo situada a espaldas de la capilla real. Todas estas construcciones se hallan encastradas en las naves islámicas a lo largo de casi todo el lado norte de lo que fue la ampliación de Alhakén II.
La Alhambra es un complejo monumental sobre una ciudad palatina andalusí situado en Granada, España. Consiste en un conjunto de antiguos palacios, jardines y fortaleza inicialmente concebido para alojar al emir y la corte del Reino Nazarí, más tarde como residencia real castellana y de sus representantes.
El complejo está gestionado por la institución Patronato de la Alhambra y el Generalife.
B.1. Historia:
La alhambra se levantó sobre la colina de la Sabika, uno de los puntos más elevados de la ciudad de Granada. Este emplazamiento buscaba una situación estratégica defensiva y a la vez transmitir un claro símbolo, una ubicación escogida para ser contemplada.
La colina de la Sabika ya era un espacio ocupado con anterioridad, al menos desde tiempo de los romanos y las primeras referencias escritas de un emplazamiento militar en la zona datan del año 666. La extensión de la colina permite albergar el complejo ocupando este unos 740 metros de longitud y entre 180 m y 40 m de anchura.
Trás la muerte de Alhakén II en el año 976, la historia política del califato Omeya se convirtió en un cúmulo de reveses. La reconquista cristiana pasó a ser el impulso dominante dentro de la península. En este contexto, la transformación de Granada de pequeña población en ciudad de cierta importancia ocurrió a principios del siglo XI, cuando la dinastía bereber de los Ziríes formó un principado semi independiente. Bajo los tres gobernantes Habus, Badis y Abdallah la ciudad aumentó en población.
En 1492, finalizó la conquista de Granada por los Reyes Católicos. La Alhambra pasa así a ser ciudadela y palacio real de los reyes cristianos y el complejo continúa su desarrollo, se añade el convento de San Francisco en 1494, el palacio de Carlos V en 1527 o la iglesia de Santa María de la Encarnación de la Alhambra en 1581.
B.2. Accesos:
Las diferentes vías de acceso al recinto de la Alhambra que se han abierto de su inicio son:
Sur: Subiendo desde Plaza Nueva por la cuesta de Gomérez, hay que atravesar el bosque de la Alhambra, entrando desde la Puerta de las Granadas. Esta es de tiempos de Carlos V y se levantó en sustitución de la puerta original, la Bib al-Buxar, torreón defensivo que protegía el valle.
- Puerta de las Armas: es la más antigua de las entradas de la Alhambra, a la que se llega desde la orilla del Darro, bordeando la Torre de la Vela y terminando debajo de la Torre de las Armas, en la parte norte del recinto.
- Puerta Justicia y Puerta del Vino: Al sur del recinto, constituye la mayor de las torres-puertas nazarí y la principal desde el dominio cristiano. Está formada por un arco de herradura apuntado de ladrillo. Fue construida y abierta en 1348, bajo el reinado de Yusuf I. En el centro de la clave puede verse el relieve de una mano. Más adentro se abre una segunda fachada de menores dimensiones, también con arco de herradura. Antes de llegar a la medina se encuentra la Puerta del Vino, que también se comunica la Alcazaba con la zona de palacios. Desde ella se desemboca en una explanada llamada plaza de los Aljibes, por estar encima de una serie de aljibes. Esta puerta es una de las edificaciones de la época del sultán Muhammand III, la decoración de la fachada o portada de poniente corresponde a la época de finales del siglo XIII o principios del siglo XIV, y la de levante es posterior a 1367.
- Puerta de los Siete Suelos: Es la que daba acceso a la parte alta de la medina hasta el dominio cristiano. Es famosa por aparecer en algunos cuentos y leyendas.
Norte:
- Puerta del Arrabal: se llegaba desde la cuesta de los chinos, al final del Paseo de los Tristes y era usada para llegar al Generalife.
Este:
- Acceso con entrada: conecta el Secano con el Generalife. Es la entrada principal desde el centro de visitantes desde 1988, a través de la red viaria exterior.
B.3. Alcazaba:
Es el recinto situado en la parte más occidental del cerro de Sabika, de planta trapezoidal algo irregular, constituía la zona militar, centro de la defensa y vigilancia del recinto y con ello fue la parte de construcción más antigua de la Alhambra. Las primeras edificaciones hispano-árabes realizadas se corresponden con la época califal, en el siglo XI. Así como de la dinastía zirí, ampliándose estas al convertirse Granada en capital de uno de los reinos de Taifas.
Con Muhammad I, primer rey nazarí de Granada, se reconstruyó y amplió esta fortaleza, se reforzaron sus muros y se levantaron las principales torres. Su sucesor Muhammad II terminó las obras de reconstrucción de la alcazaba. Antes de la edificación de los palacios nazaries, esta área compartía también una función de alojamiento real. Sus elementos principales son:
Norte:
- Terraza de la Torre del Cubo: es una Torre semicircular, construida alrededor de 1586, que fue vaciada en el siglo XX. Hoy en día constituye una terraza de privilegio para la contemplación del valle del Darro y el Albaicín.
- Adarve de la muralla norte
- Plaza de armas y terraza o torre de la plaza de armas: A finales del siglo XIV Ismail I levantó una puerta bajo esta torre, para las subidas desde Granada, lo que supuso una reestructuración de la zona norte, demoliendo parte de las caballerizas para su construcción.
- Torre de los Hidalgos: está ubicada a los pies de la torre de la vela, tiene carácter defensivo.
Oeste:
- Torre de la Vela: fue construida entre 1238 y 1273, es la torre de defensa más grande del conjunto militar, por su altura domina toda la vega granadina.
Sur:
- Torre de la pólvora
- Jardín de los Adarves: fue creado en el siglo XVII, cuando la fortaleza perdió su carácter defensivo.
Este: es el frente más amplio del trapezoide que forma la alcazaba, con unos 75 metros. Al otro lado de esta muralla se encuentra la gran explanada de la plaza de los Aljibes.
- Torre del Homenaje: es la mayor de las torres de este frente, tiene entre 22 y 26 metros de alto y se levanta en la parte más elevada de la fortaleza. En el siglo XIV, constituía junto con la torre de la vela, los principales bastiones defensivos de la Alhambra, ofreciendo protección al recinto. En su interior se distinguen 6 pisos. Se encuentra verticalmente, dividida en dos zonas bien diferenciadas (una zona inferior que forma los dos primeros niveles en los que su acceso se hace bajo la muralla norte, y una zona superior que forma el resto de niveles teniendo accesos desde la muralla norte y el adarve del muro este).
B.4 Medina:
Se encuentra al servicio de la Corte, toda una ciudad pensada para cubrir las necesidades del Palacio. Había tres calles principales, que unían y conectaban todas sus partes:
- La Calle Real baja: da acceso al patio de los Leones, al Cementerio Real y a los Jardines del Partal. También sirve de foso entre la medina y la zona palaciega.
- La Calle Real alta: es la vía principal. Parte de la puerta del Vino, construida por Yusuf I y remodelada por Muhammad V, y sigue un recorrido hasta el palacio de los Abencerrajes y el convento de San Francisco, donde se convierte en eje de la zona artesanal. También servía como eje conductivo de la acequia real, ya que llegaba hasta la torre del agua.
- La Calle de Ronda: es la que recorre todo el perímetro de las murallas, poniendo en relación todos los elementos del conjunto y serviría de foso en caso de asedio.
La ciudad palatina de la Alhambra ha albergado a lo largo de la historia muchos palacios, palacetes, grandes casas y torres, que se han ido reformando o sustituyendo al querer cada sultán edificar o redecorar su propio palacio.
Los Palacios Nazaríes eran también llamados ''Cuarto Real Viejo'' son un conjunto palatino de la Alhambra de Granada formado por dos palacios independientes: el Palacio de Comares, el Palacio de los Leones y unido a ellos el Mexuar, ambos escogidos por los Reyes Católicos para habitarlos en sus estancias en Granada. Estas residencias se fueron sustituyendo de acuerdo a los preceptos islámicos de no constituir nada que se perpetúe en el tiempo y a la tradición de que cada sultán se hiciese su palacio para demostrar su poder personal.
Alguno de estos palacios fueron sede de la corte nazarí, desempeñando funciones administrativas, protocolarias, residenciales y de disfrute. Cronológicamente fueron levantados después de la Alcazaba, el Generalife y el Partal, siendo su construcción del primer tercio del siglo XIV.
El Mexuar:
Dedicado a la administración de justicia, es un conjunto de estancias (de distintas épocas) reutilizadas y reformadas. Son:
- Patio de la Mezquita: con escasos restos de una espléndida construcción desaparecida.
- Patio de Machuca: fue donde vivió Pedro Machuca, con los restos de un palacio nazarí.
- Sala del Mexuar: es la sala más antigua del conjunto palatino, fue construido por Isma'il I (1314-1325), sirviendo como sala de la audiencia y justicia para casos importantes. Fue reformado por Muhammad V para servir de sala de espera para los solicitantes de justicia. Los Reyes Católicos le añadieron una planta encima, cortando el lucernario central y la transformaron en capilla, agrandándola hasta el norte con el derribo de un tabique y abriendo ventanas laterales en el siglo XIX y XX fue restaurada.
- Oratorio del Mexuar: está unido al Mexuar, por su lado norte se encuentra una mezquita desde donde se ve el Albaicín. Se encuentra orientado de forma diferente a la muralla para cumplir su función religiosa.
- Patio del Mexuar: también llamado Patio del Cuarto Dorado, se encuentra a continuación del Mexuar. Es un pequeño patio con una fuente en el centro.
- Cuarto Dorado: en este cuarto es donde se encontraban los solicitantes de justicia con el sultán. Esta habitación se adaptó para Isabel de Portugal, aunque nunca la ocupó. En la fachada del cuarto destacan los capiteles de su arco de entrada. Dentro del cuarto sobresale la techumbre, en madera de cedro y decorada con piñas y conchas con armadura de cuatro faldones. Bajo él hay ventanas cerradas con celosías y dos portadas rectangulares bordeadas de cenefas de cerámica. La estancia está decorada con pinturas góticas y escudos y emblemas de los Reyes Católicos.
El palacio de Comares:
Se construyó en torno al Patio de los Arrayanes, su inicio se realizó durante el reinado de Isma'il I de Granada (1314-1325), continuó la obra Yusuf I de Granada (1333-1354) y finalmente Muhammad V pudo terminarla en 1370. El palacio principal posiblemente fue la sede del poder ejecutivo mientras que en los patios contiguos actúaron el poder judicial y administrativo.
Tiene planta rectangular con un gran patio central porticado en los extremos más cortos y en el que se localiza una alberca. En el norte del patio se encuentra las dependencias privadas del sultán: que utilizaba la planta baja (compuesta por la sala de la Barca) en verano y la planta alta (compuesta por las alcobas laterales) en invierno.
En esta zona también se encuentra el Salón de Embajadores: es un salón con planta cuadrada con salientes a los lados a modo de alcobas y su función fue la recepción de audiencias y actos oficiales. El hammam, también conocido como Baño Real por haber sido de uso particular de los Reyes Católicos, se remonta a la época de Yusuf I (1333-1354).
La fachada del Palacio fue erigida por orden de Mohamed V, inaugurada en 1970. Es una fachada interior que anticipa la majestuosidad del interior del Palacio y en la que se asentaba el sultán.
Desde la galería se entra en la antecámara llamada:
- Sala de la Barca: desde la galería norte del Patio de los Arrayanes y a través de un arco apuntado mocárabe (que conserva su policromía original en oro y azul), accedemos a la sala de la Barca. Se llama así porque representa ricas yeserías con el escudo nazarí y su nombre proviene por tener un artesonado magníficamente ensamblado en forma de casco de barco invertido. En esta sala existió una bóveda semicilíndrica que fue destruida por el fuego del incendio de 1890, sustituida por una reproducción de aquella que fue totalmente terminada en 1964. La sala se encuentra rodeada por un zócalo en cuyos extremos hay alcobas con zócalos de azulejos, que revisten las columnas que sujetan arcos peraltados y festoneados de mocárabes y pechinas.
- Salón de los Embajadores: El suelo era de cerámica vidriada con los colores blanco y azul, donde se podía ver como ornamento el escudo de armas de los sultanes de Granada sustituido después en la restauración de 1815 por losas de barro y azulejos del siglo XVI en su centro. Estaba un poco más elevado ya que era costumbre sentarse en el suelo sobre cojines y mirar por la ventana desde esa posición. Todo el perímetro está recorrido por un zócalo de azulejos. En el techo hay una bóveda que representa al firmamento, construida con madera de cedro e incrustaciones de otras maderas de diferentes colores. La parte central representa ''El séptimo Cielo o Paraíso Islámico'' donde se aloja Alá. A este centro se puede llegar tras la ascensión de los otros seis círculos que lo rodean. Las cuatro diagonales simbolizan los cuatros ríos del paraíso. Es la estancia más amplia y elevada de todo el palacio, y ocupa el interior de la Torre de Comares, dominando con su vista el Valle del Darro. Presenta una planta cuadrada, originalmente el suelo era de mármol y en la actualidad cerámico. En el centro de la sala se puede observar un cuadrado con el nombre de Alá escrito sobre azulejos. Los muros están estucados y en ellos se repite en planchas alabanzas a Dios, al Emir y fragmentos del Corán. En los laterales del salón hay 9 alcobas y ventanas cerradas antiguamente por celosías de madera y vidrieras de colores llamadas cumarias. Todas las paredes están cubiertas de yeserías con motivos de conchas, flores, estrellas y escrituras. Sala policromada: oro en el relieve, colores claros en lo profundo. Zócalo decorado con azulejos. El suelo original era de cerámica vidriada en blanco y azul con escudos de armas como motivos ornamentales.
El Palacio de los Leones:
Se encuentra situado al este del Palacio de Comares, y ocupa lo que sería el antiguo jardín de este. Fue erigido, durante el segundo gobierno de Muhammad V (1362-1391), después de recuperar el trono con la alianza con el rey Pedro I en 1377. El Patio de los Leones es el eje central del Palacio, y las estancias se estructuran a partir de este patio. Supone un ejemplo de integración de arquitectura y agua, de cada una de las cuatros salas fluye un arroyo que va al centro: Los cuatro ríos del Paraíso descritos en el Corán.
En un extremo del lado izquierdo del patio de los arrayanes, un pequeño arco sirve de ingreso a un pasadizo de tiempo de los Reyes Católicos por el que se llega al Palacio de los Leones, que hasta la conquista cristiana era independiente. El Palacio de los Leones, así como otras zonas de Muhammad V, como el Cuarto Dorado, representa el apogeo del arte nazarí, con influencias islámicas y cristianas. Durante el periodo en que Muhammad V fue destronado por su hermanastro, Abu-l Walid Ismail y estuvo exiliado, descubrió obras que le influenciarían. En Fes vio la mezquita de la Universidad de Qarawiyyin, construido por arquitectos andalusíes almorávides, con espléndidas decoraciones de mocárabes, presentes en Al-Ándalus, así como las ruinas de la ciudad romana de Volubilis, que le permitieron examinar los órdenes clásicos, la ornamentación romana y, sobre todo, el impluvium.
- Sala de los mocárabes: se llama así por la bóveda de mocárabes que la cubría hasta el siglo XVI, en que fue dañada por la explosión de un polvorín en 1590 y derribada, la de hoy es del siglo XVII. Era la recepción al palacio desde el exterior, por una puerta hoy clausurada, aunque por una galería de tiempo de los Reyes Católicos se accede al ''Palacio de Comares''. Tiene muros con yesería, inscripciones religiosas y escudos de la dinastía Nazarí.
- Patio de los Leones: es el patio principal del Palacio de los Leones, en el corazón de la Alhambra. Fue encargado por el sultán Muhammad V del Reino nazarí de Granada en el segundo periodo de su reinado (1362-1391). Los hispanomusulmanes de Granada, antes de llamar al Patio de los Leones Sahan al-Osud, lo hicieron con la denominación de Al-Haram. De planta ligeramente trapezoidal, el lado oriental es mayor que el de poniente (el de la sala de Mocárabes), incluyendo las salas de Mocárabes y Reyes es igual al triple del ancho del Patio en su lado menor o de poniente. Es de forma oblonga, rodeado por una galería baja apoyada por 124 columnas de mármol blanco de Macael,que se presentan aisladas y agrupadas en conjunto de dos, tres, y hasta cuatro en las esquinas, sustentando, o bien solo apuntalando, las arcadas de filigrana, siendo simétricos los lados mayores y asimétricos los menores, de los que avanzan sendos pabellones hacia el patio, en cuya intersección de ejes transversales y longitudinal se ubica la fuente con los doce leones que le da nombre. Los pavimentos son de mármol, mientras que las paredes están cubiertas de azulejos azules y dorados hasta 1,5 metros, con bordes azules esmaltados y dorados. En el centro del patio está la Fuente de los Leones, un cuenco de alabastro apoyado por las figuras de doce leones del mismo mármol blanco de Macael. Las columnas se unen con paños calados que dejan pasar la luz. Fustes cilíndricos muy delgados, anillos en la parte superior, capiteles cúbicos sobre los que corren inscripciones. Las planchas grises de plomo convierten los empujes horizontales en verticales. El alero es obra del siglo xix. Los pavimentos son de mármol, mientras que las paredes están cubiertas de azulejos azules y dorados hasta 1,5 metros, con bordes azules esmaltados y dorados. En el centro del patio está la Fuente de los Leones. Toda la galería está techada con artesonado de lacería.
- Fuente de los leones: es un cuenco de alabastro apoyado por las figuras de 12 leones del mismo mármol blanco de Macael. Posee una de las escasas, y de mayor tamaño del arte islámico, aunque existen similares en Medina Azahara y el Grifo de Pisa es más grande. Tanto los leones y la taza de la fuente indican que son del siglo XIV. En la última restauración de la fuente, se ha podido descubrir tres tipologías de leones sobre la base de sus elementos formales. Cada una la conforma un grupo de cuatro leones con similitud dos a dos en sus rasgos: nariz, pelaje de la melena, fauces, posición y relieve de la cola. Por una parte los doce leones tienen una simbolización astrológica, cada león alude a un signo zodiacal. Por otra, tiene una significación política o mayestática que está relacionada con el templo del rey Salomón (puesto que hay una inscripción en la fuente referida a este) y el mar de bronce del mismo templo. Por última y la más importante, alude a un símbolo paradisíaco refiriéndose así a la fuente, originaria de la vida y los 4 ríos del Paraíso coránico. Pero lo que sí se puede decir, es que la fuente como tal es una alegoría del poder que reside en el sultán.
- Sala de los abencerrajes: esta sala fue la alcoba del sultán. Al ser un cuarto privado no hay ventanas al exterior. Los muros están ricamente decorados. El estuco y los colores son originales. El zócalo de azulejos es del siglo XVI. La cúpula está decorada con mocárabes; en el suelo había una pequeña fuente que servía para reflejar la cúpula de mocárabes. En el pasillo de la entrada se encontraba una escalera que subía hasta las estancias del Harem, con un patio situado sobre el aljibe, con dos pórticos a cada lado (de tres arcos cada uno, uno con columnas de ladrillo y el otro de mármol, ambos con capiteles verdes reutilizados.
- Sala de los Reyes: ocupa todo el lado oriental del patio. Se llama así por la pintura que ocupa la bóveda central (que es la más larga del Harem), dividida en tres cuartos iguales y dos pequeños (que pudieron ser armarios, ya que eran poco iluminados). En la bóveda del centro, las pinturas representan a los 10 primeros Reyes de Granada desde que se fundó el reino. En las bóvedas laterales hay pinturas que representan caballeros y damas, realizado a finales del siglo XIV. Estas pinturas están hechas en planchas de madera y con forma de elipse, sobre la superficie se extiende el cuero mojado pegándolo con cola y claveteado con pequeños clavos con estaño (para protegerlos de la oxidación), sobre el cuero hay una capa de yeso caña y cola tostada y pintada de rojo. La división interna de la sala está realizada mediante arcos de atajo, cortando la estancia de forma perpendicular. Estos arcos muestran su intradós repletos de mocárabes y sus parámetros están cubiertos por yeserías, en los que aparecen símbolos nazaríes y cristianos.
- Sala de las Dos Hermanas: se sale del Patio de los Leones por el lado opuesto a la Sala de los Abencerrajes. Se pasa una puerta original de taracea. El nombre de esta sala procede de las dos losas de mármol blanco que hay en el suelo a ambos lados de la fuente central. Tiene un mirador sobre la ciudad y comunicación directa con los baños. Esta sala tiene poemas escritos en las paredes.
- Sala de los Ajimeces: tiene un interesante techo de mocárabes rehabilitado en el siglo XVI.
- Mirador de Lindaraja: este mirador daba al valle del río Darro y se veía a lo lejos la ciudad.
El Partal y otras ruinas:
Toda la Medina, concretamente su zona norte y exterior, cercana a los Palacios Nazaríes contaba con palacios, excavados y personajes cercanos a la familia nazarí.
El Partal:
Debe su nombre a la voz árabe que significa pórtico y se refiere a los restos de la residencia del Sultán Muhammad III, el más septentrional y más antiguo. Está orientado de Norte a Sur en torno a un gran patio rectangular con alberca y pórtico en el lado norte.
Al principio de la dinastía nazarí, este palacio era la zona principal pero tras la construcción del Palacio de Comares se convirtió en una zona marginal. Isma'il I inició la fase constructiva de palacios y dependencias reales. Se levantaron la alcaicería, la alhóndiga nueva, el puente sobre el Darro y la madraza de los Palacios Nazaríes.
- Oratorio del Partal: fue construido por Yusuf I como una pequeña mezquita oblongo.
- Palacio de Yusuf III: también es llamado Palacio del Conde de Tendilla. Está ubicado al sudeste del Palacio del Partal, fue construido por Yusuf III (1407-1417), tenía una planta similar al Palacio de Comares y al Palacio del Partal. Tenía baños propios y fue cedida por los Reyes Católicos a Mondéjar, siendo usado en sucesivo como residencia de los Alcaides de la Alhambra hasta que Felipe V en 1718 despojó el título a la familia por su apoyo al bando austriaco en la Guerra de Sucesión y el edificio fue derribado por Orden Real.
- Rauda Real: adosado al flanco sur del Palacio de los Leones, era el enterramiento de los sultanes nazaríes, hasta su desmantelamiento por Boabdil.
- Torre de los Picos: los picos que sobresalen de ella le da nombre a esta construcción de finales del siglo XII o comienzos del siglo XIV. Su interior tiene tres plantas.
- Torre de la Cautiva: es una construcción de Yusuf I. Debe su nombre a Isabel de Solís, que como dice el nombre estaba allí cautiva.
- Torre de las Infantas: fue construida en 1395. Es un palacete con bancos a la entrada para los eunucos, patio interior con alcobas, entrada en recodo, fuente en el centro, ventanas a los huertos de flor y piso superior para las damas. Arriba hay una terraza. El techo era de mocárabes y desapareció en un terremoto.
- Torre del Agua: a través de ella se entra al recinto de la acequia real.